Pacto de silencio en el debate

Mariano Rajoy: demasiadas incógnitas

El debate con Rubalcaba en la jaima de Manuel Campo Vidal (660.000 euros, con la televisión llamada pública llena de estudios vacíos y su cualificado personal en paro) volvió a demostrar que el candidato socialista es un fiasco como presidenciable y que a Rajoy le faltan pocos días para ganar las elecciones.

Sin embargo, su pacto de silencio con Rubalcaba sobre asuntos tan graves como la negociación con ETA y la corrupción política, incluida la corrupción judicial a manos de los partidos, ha sembrado en la opinión pública demasiadas incógnitas para el 21-M.

No es extraño que Rajoy eluda la trampa del PSOE anunciando las medidas más difíciles que deberá tomar en Moncloa; pero sí lo es, y mucho, que no diga una sola palabra sobre el caso Blanco y el caso Matsa-Chaves o sobre los dos casos de terrorismo que, inevitablemente, Mariano Rajoy deberá afrontar: los tratos del PSOE con ETA y el 11-M, que gracias a la juez Coro Cillán y a la actuación del fiscal -adiós Cándido- empieza a investigarse en serio.

La táctica de no comprometerse funcionará hasta el 20-N a las 8 de la noche. Después, no se admiten incógnitas.

El fin político de 'Il Cavaliere'

La noria de Berlusconi no da más agua

Parecía imposible, pero todo indica que Berlusconi ha terminado su carrera política como hombre fuerte de Italia en las dos últimas décadas. Igual que a Sócrates, Zapatero y Papandreu, la crisis económica se lo ha llevado por delante, tras incumplir todas las promesas de reforma hechas a la Unión Europea. Una conspiración dentro de su partido acabó con él -otra conspiración acabó con Thatcher, que valía cien veces más que él, así que no cabe extrañarse- y el presidente de la República, Napolitano, se ha apresurado a proclamarle cadáver antes de morir.

Mientras, como un augurio nefasto, ha entrado en crisis La Noria, símbolo de la telebasura y de Telecinco, la cadena que le concedieron González y Guerra cuando Il Cavaliere era el financiero del socialista Bettino Craxi. El boicot de los anunciantes podría acabar con el programa. Pero, a cambio, el dueño de Telecinco, libre de las cargas de Gobierno y mientras prepara su vuelta a los banquillos, puede reeditar aquel programa de Jesús GilY tal y tal, en un jacuzzi enorme y rodeado de velinas. Por sórdido que sea, el espectáculo puede continuar.

Enterrador titular del socialismo

Rubalcaba sólo aspira a presidir el PSOE

El candidato a La Moncloa por el PSOE demostró en su debate con Mariano Rajoy que su único proyecto es quedarse con el control del partido tras perder el 20-N. Aparte de adivinar un supuesto «programa oculto» del Partido Popular, Rubalcaba demostró que no tiene una sola idea -lleva ocho años así- para abordar la terrorífica crisis económica y la terrible crisis nacional que Zapatero y él dejan al futuro Gobierno. Preguntado tres días después por Gloria Lomana en Antena 3TV quién sería su responsable de economía si ganara las elecciones generales, el astuto -que no inteligente- ministro Faisán demostró que ni siquiera lo había pensado.

Y es que contra quien realmente se presenta Rubalcaba no es contra Rajoy el 20-N sino contra Carme Chacón y Patxi López el 21-N. Una, quiere arrebatarle lo que no le permitió disputar en las primarias: el liderazgo socialista. El otro, heredar de Zapatero la Secretaría General, el otro cargo que Rubalcaba necesita para impedir que Rajoy pueda gobernar en la próxima legislatura. Toda la ambición política de Rubalcaba es, simplemente, personal: convertirse en enterrador titular del PSOE.

Urdangarin podría ser imputado

El duque de Palma Arena, sin postal

La investigación que Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta vienen publicando en EL MUNDO sobre las andanzas financieras del duque de Palma de Mallorca, Iñaki Urdangarin, se está confirmando punto por punto y coma por coma. El esposo de la infanta Cristina tiene ante sí un feo horizonte judicial por los cuantiosos fondos recibidos -e injustificados- en Baleares y Valencia. Es la primera vez que un miembro de la Familia Real debe afrontar juicios por apropiación de fondos públicos y otros delitos económicos; y además, sin paraguas institucional. La Casa Real no asume la defensa del que en Mallorca llaman duque de Palma Arena, por el recinto deportivo a cuya sombra se gestó el trinque. Spottorno, nuevo jefe de la Casa del Rey, ha declarado que Zarzuela apoya el trabajo de los jueces y que Urdangarin deberá defender los asuntos de su vida privada como tales, o sea, él solo. Lo peor es que la infanta Cristina aparece como accionista y secretaria del Consejo de Administración en una de las sociedades intervenidas por el juez. Y que hay que ir preparando la postal familiar de esta Navidad.